Isaías
40:3-5 dice: “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehova;
enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese
todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará
la gloria de Jehová”.
Dios
quiere cambiar los desiertos de nuestras vidas en gloria. La palabra “desierto”
en la Biblia tiene muchas acepciones pero aquí representa aquellas cosas de nuestras
vidas que al presente no están experimentando la bendición de Dios. Puede ser
la salud, la familia, la economía, el ministerio o cualquier otra cosa. Es en
medio del desierto que aparece la voz del Señor. Esa voz profética dice
“preparad camino”. Si anhelamos ver cambiado nuestro desierto en gloria tenemos
nosotros que hacer algo. Muchos creen que sólo Dios tiene que hacer algo para
que cambien las cosas. Para recibir las bendiciones del Señor siempre el ser
humano debe hacer algo primero. En las cosas de Dios la pasividad no conduce a
nada.
Tenemos
muchos casos registrados en la Biblia de personajes que primero actuaron y
luego vieron el obrar de Dios: Por ejemplo: El diluvio no vino hasta que Noé
preparó primero el arca (Génesis 6:14-18); Las aguas del Mar Rojo no se
abrieron hasta que Moisés estiró su mano primero (Exodo 14:21); Naamán el
leproso no fue limpiado hasta que se sumergió en las aguas primero (2 Reyes
5:14); Los 10 leprosos no fueron sanados hasta que primero se movieron y fueron
para ser examinados por los sacerdotes (Lucas 17:14). Existen muchos casos más
pero sólo con estos podemos darnos cuenta que en las cosas de Dios siempre
tenemos que hacer algo nosotros primero. La fe siempre requiere acción inicial
de nuestra parte, aunque esa acción no signifique al principio movimiento sino
principalmente actitud espiritual activa.
El
problema para muchos es que se mueven pero preparan caminos equivocados.
Proverbios 14:12 dice “Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin
es camino de muerte”. En el pasaje central se nos dan las pautas claras y
necesarias para preparar bien nuestro camino para que venga la bendición de
Dios.
¿Cómo se prepara el camino?
1) Nivelando
el terreno
2)
Enderezando lo torcido
1) Nivelando el Terreno
Tenemos
que emparejar nuestro camino haciendo que:
a) el
valle sea alzado,
b) todo
monte y collado sea bajado y que
c) lo
áspero sea allanado.
Si usted
hace una imagen mental se dará cuenta que la idea es nivelar el terreno para
que quede derecho y parejo. Cada uno de estos puntos tiene un significado
importante para que nivelemos nuestro camino: La figura del valle que debe
alzarse representan los complejos, traumas de nuestras vidas que nos hacen
vivir por debajo de lo que Dios quiere. Existen muchos cristianos con heridas
interiores del pasado que les impide llegar a desarrollar todo su potencial en
Cristo. Necesitan ser ministrados y sanados para que su camino este nivelado.
La figura
de monte y el collado que deben bajarse representan el orgullo, la altivez y la
soberbia que nos hacen vivir en un falso pedestal de superioridad cuando en
realidad nos sentimos inferiores.
La figura
de lo áspero que debe ser allanado representa la rebeldía interior que muchos
todavia tienen por no haber sido quebrantados su hombre interior por el trato
del Señor.
Si estas
tres cosas no son emparejadas y niveladas no podremos seguir trabajando para
ver la gloria del Señor, pues la clave para que eso venga a nuestras vidas es
preparar el camino adecuado para la manifestación adecuada del Señor.
2) Enderezando lo torcido
Lo torcido
de nuestro camino se endereza con la autoridad de la Palabra de Dios. La
Palabra de Dios es creativa y formativa.
A
continuación voy a dar cinco puntos importantes para enderezar nuestros caminos
torcidos a fin de que veamos el obrar directo y personal del Señor. Cualquier
cristiano que los practique verá la gloria de Dios en el tiempo de Dios.
1. Tenemos que enderezar lo torcido preparando
el camino con ORACION
Juan 9:31
dice: “y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de
Dios y hace suy voluntad, a ese oye”.
La oración
dirigida al Dios Unico y Verdadero es patrimonio de los hijos de Dios, aquellos
que han recibido a Cristo como su Salvador y Señor personal. Las oraciones que
las sectas y paganos hacen van dirigidas a otros dioses peor no a Jehová-Dios,
el Gran Yo Soy, manifestado en carne en la presencia del Señor Jesucristo. La única
oración que Dios escucha del pecador es aquella que hace para convertirse a
Cristo y recibir la salvación de su alma. La oración es la herramienta mas
efectiva para el cristiano. Todo lo que anhelamos o deseamos de Dios debe ser
pedido primero en oración. La Biblia dice: Todo lo que pidieres orando...”. La
oración es la llave que abre las puertas de los cielos para derramar la
voluntad soberana de Dios.
La
manifestación de la gloria de Jehová será cuando oremos: la llegada de la
RESPUESTA anhelada.
2. Tenemos que enderezar lo torcido
preparando el camino con ALABANZA
Salmos
50:14-15 dice: “Sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al Altísimo e
invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrarás”.
La
alabanza y adoración es una herramienta poderosa que Dios le ha dado a sus
hijos. Dios habita en medio de la alabanza de su Pueblo (Sal. 22:3) aquí en la
tierra y rodeado de angeles que le alaban de dia y de noche (Isaías 6:1-4) en
el cielo. Una cosa es cantar y otra muy diferente es alabar y adorar en
espíritu y verdad. La alabanza genera la manifestación de la presencia de Dios.
Es por eso que el enemigo siempre pone trabas para que no practiquemos la
alabanza. ¡La alabanza dirigida a Dios es repulsiva para el diablo!. Dios
quiere que le presentemos alabanza y adoración en todo tiempo. Es por eso que
el pasaje mencionado dice “sacrificio”. Alabar con sacrificio significa
reconocer la grandeza de Dios aunque aquí en la tierra las cosas no me salgan
como habia esperado. Siempre la alabanza y adoración es dirigida para el
deleite y agrado del Señor, no para el mío. Cuando lo hacemos el comienza a
hacer su obra en nosotros y en medio nuestro.
La
manifestación de la gloria de Jehová será cuando alabemos: LIBERACION.
3. Tenemos que enderezar lo torcido
preparando el camino con la PALABRA DE DIOS
Josué 1:8
dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en el, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”
Al
obedecer la Palabra de Dios en la vida cotidiana enderezamos las veredas
torcidas de años. La Palabra crea en nosotros el carácter de Cristo y la
santidad del Espíritu Santo. Nuestra decisión debe ser caminar en extrema
obediencia. Como alguien dijo una vez: - con un 99% de santidad no alcanza,
pues el deseo de Dios es un 100 % de santidad -. Si nos examinamos nos daremos
cuenta que obedecemos la Palabra de Dios parcialmente pero no totalmente. La
obediencia es una decisión personal del corazón que se transmite en la manera
de caminar en la vida.
La
manifestación de la gloria de Jehová será cuando caminemos de acuerdo a la
Palabra de Dios: PROSPERIDAD Y BIENESTAR.
4. Tenemos que enderezar lo torcido
preparando el camino DANDO CON SACRIFICIO
Proverbios
3:9-10 dice: “honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus
frutos; y seran llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de
mosto”.
Cualquiera
puede dar lo que le sobra pero sólo los fieles al Señor aprenden a dar
sacrificialmente. Dar con sacrificio significa dar más allá de mis capacidades.
Dar con sacrificio implica darle a Dios lo que le corresponde (diezmos y
ofrendas) aunque a simple vista parezca que no podré llegar a fin de mes con lo
que me ha quedado. La historia espiritual dice que siempre es mejor un noventa
por ciento con la bendición de Dios que ciento por ciento sin Su bendición. La
única manera de quebrar nuestra avaricia carnal es aprendiendo a dar
sacrificialmente. Muchos son dadores sentimentales. Le dan a Dios cuando se
sienten que todo les sale bien, pero cuando todo empieza a fallar, retienen mas
de lo debido y van directo hacia la pobreza.
En 1 Reyes
17:8-16 podemos aprender algo poderoso de la viuda que atendió al profeta. Ella
estaba en gran necesidad pero cuando, creyendo con fe, le hizo primero la
comida al profeta (eso significa dar con sacrificio) el milagro de la provisión
le siguió. A los ojos de Dios siempre el dar deriva en multiplicación.
La
manifestación de la gloria de Jehová será cuando demos con sacrificio:
PROVISION.
5. Tenemos que enderezar lo torcido y preparar
el camino NO DEJANDO DE CONGREGARSE
Hebreos
10:24-25 dice: “y consideremonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras, no dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre...”
Los
llaneros solitarios no pueden ser de bendición el Reino de Dios, pues el deseo
de Dios para sus hijos es que sean parte de una iglesia local específica bajo
la cobertura espiritual de un líder espiritual específico. Muchos dicen
erróneamente que tienen sólo al Señor como su pastor y que no necesitan a
ningun otro. Dios ha puesto en la tierra autoridades delegadas para que las
respetemos, valoremos y nos coloquemos bajo su cobertura espiritual. Existen
cristianos que no se compromenten con la vida de la iglesia y se mantienen al
margen, opinando y creando problemas en vez de ser canales de bendición.
Cristiano que no se compromete en una iglesia local es un cristiano que es de
tropiozo pues vive aislado y sin la bendición que trae ser parte de una
congregación local específica.
Practicar
continuamente estos puntos nos ayudarán a preparar el camino hacia la
manifestación de la gloria del Señor en nuestras vidas, ciudades y
congregación.
Quizás
usted que está leyendo este artículo ha venido haciendo esto desde hace algun
tiempo y a la fecha no ha visto los resultados. Hebreos 6:12 dice algo
contundente para que no baje los brazos.: “a fin de que no os hagais perezosos,
sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”.
La bendición siempre se la llevan los que perseveran y no se detienen. Las
bendiciones de Dios siempre se obtienen con fe y paciencia. Con fe solamente
nos estrellaremos contra la pared, con paciencia solamente quedaremos pasivos,
pero cuando fusionamos la velocidad y el equilibrio de Dios, heredamos las promesas
del Señor.
¡Es tiempo
de dejar la pasividad! ¡Prepara tu camino para la bendición de Dios!