Recuerdo cuando era niño soñaba
con tener una gran vida, me enfocaba mucho en ser un gran padre de familia, un
gran esposo, un gran hijo, un hombre hecho y completo; hasta mis maestros de la
escuela le decían a mi madre “este niño no es como los demás será alguien
grande y especial al crecer”; pero, ¿qué me hacía tan especial? ¿Por qué era
tan diferente a los demás niños? pues mi corazón deseaba ayudar a las personas,
no solo soñaba con tener una vida cómoda y de lujos, también había dentro de mí
un deseo enorme por ayudar a las personas que sufren, aquellos olvidados por la
vida, aquellos que ya no sueñan con un mañana porque perdieron su esperanza por
circunstancias económicas como la pobreza o sociales generadas por la pérdida
de los valores humanos y sumergidos en una sociedad donde es común los
matrimonios separados, hijos abandonados por sus padres o enfermedades con las
cuales debe vivir el resto de sus vidas padeciendo dolor y tristeza.
Crecí
en un ambiente familiar caótico donde todos los días solo había discusiones, no
había comunicación, los conflictos eran el pan de cada día, no tenía amigos,
era el llanero solitario, en la secundaria sufría el bulling de mis compañeros
de colegio, y estaba
marcado por las injusticias y la pobreza; realmente estaba
acabado, desgastado, sin ganas de vivir, y al crecer me enfrente con un mundo
mucho más cruel, me di cuenta que un trabajo no te da dinero suficiente para
comprar una casa o vivir económicamente cómodo.
Mi
título de bachillerato solo me servía para conseguir trabajos de salario mínimo
y de bajo nivel. Podía observar que esos que me hacían bulling en la secundaria
tenían mejores vidas, conseguían mejores trabajos y conquistaban a las mejores
chicas, las más hermosas y mujeres de buena familia. Decía dentro de mi:
“porque
tuve que nacer con un buen corazón, tengo que ser malo, a los malos les va
bien, en este mundo solo siendo malo tendré todo lo que quiero” decidí ser malo
y adivinen “ me fue pésimo” porque era algo así como un malo-bueno siempre que
quería hacer algo malo sentía culpa me sentía infeliz era como negarme a mí
mismo hasta que un día paso algo que le dio un rotundo giro a mi
vida…………………………………..